Acuerdo de aduanas entre Andorra y la Unión Europea: origen y fundamentos de una relación imprescindible
El Acuerdo de Aduanas de 1990 integró Andorra en el mercado europeo de bienes industriales, aportando seguridad jurídica y estabilidad económica.

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🏁 Introducción
Antes de 1990, Andorra mantenía con sus vecinos una relación comercial singular y fragmentada: los intercambios con Francia y España dependían de acuerdos bilaterales y exenciones arancelarias puntuales, pero no existía un marco estable que regulase globalmente el comercio exterior del Principado.
Sin acceso marítimo ni aeropuerto internacional, el país dependía completamente del transporte por carretera a través de la frontera con Francia y, sobre todo, con España. En este contexto, la ausencia de un régimen aduanero propio y reconocido limitaba el desarrollo económico, la seguridad jurídica y la integración de Andorra en los flujos comerciales europeos.
Todo cambió el 28 de junio de 1990, cuando Andorra y la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea) firmaron el Acuerdo de Aduanas, que entró en vigor el 1 de enero de 1991. A día de hoy, sigue siendo la base jurídica de la relación económica entre Andorra y la UE.
➤ Para comprender cómo esta relación se ha ampliado hasta hoy, puedes leer El Acuerdo de Asociación entre Andorra y la Unión Europea, donde explicamos su alcance e implicaciones actuales.
📖 Contexto previo y necesidad del acuerdo
Durante décadas, Andorra había funcionado bajo un régimen prácticamente autárquico en materia aduanera. Los bienes procedentes de Francia o España estaban sujetos a acuerdos fiscales locales y a un sistema propio de impuestos indirectos, mientras que las importaciones de terceros países se realizaban a menudo a través de Francia o España, con tramitaciones complejas.
Este modelo generaba duplicidades fiscales, retrasos logísticos y un riesgo jurídico considerable, especialmente para las empresas que trabajaban con proveedores o clientes europeos. La necesidad de un marco armonizado era evidente: sin un régimen aduanero común con Europa, el crecimiento económico de Andorra tenía límites estructurales.
➤ Si deseas conocer cómo este acuerdo se integra en el marco fiscal general del país, puedes consultar Fiscalidad en Andorra: ventajas y obligaciones para empresas y residentes.
📣 El acuerdo de 1990: contenido esencial
El Acuerdo de Aduanas entre la Comunidad Económica Europea y el Principado de Andorra establece una unión aduanera parcial, limitada a los productos industriales (capítulos 25 a 97 del Sistema Armonizado). Los productos agrícolas y agroalimentarios (capítulos 1 a 24) quedaron fuera del régimen principal, aunque con ciertas preferencias.
Los pilares del acuerdo son:
- Supresión de derechos de aduana y restricciones cuantitativas para las mercancías industriales entre Andorra y la UE.
- Aplicación del Código Aduanero Comunitario y de los procedimientos europeos en las importaciones y exportaciones.
- Creación de un Comité Mixto Andorra–CEE encargado de garantizar el buen funcionamiento y resolver disputas.
- Régimen especial para viajeros, que fija exenciones fiscales concretas para productos como tabaco, alcohol o perfumes.
- Cooperación administrativa y equivalencia normativa, que aseguran controles aduaneros homogéneos.
Este marco permite que los productos andorranos circulen libremente dentro del mercado europeo y que las mercancías europeas entren en Andorra sin barreras arancelarias, consolidando un mercado único de bienes industriales.
🚛 Impacto económico y ventajas para el país
La firma del acuerdo transformó profundamente la economía andorrana. Por un lado, integró el país dentro del sistema logístico europeo, permitiendo importar y exportar en las mismas condiciones que cualquier Estado miembro para bienes industriales.
Por otro, eliminó prácticas discrecionales y aportó seguridad jurídica a las empresas andorranas, que pudieron operar bajo reglas estables y previsibles. Esto favoreció la industrialización ligera, la distribución y, posteriormente, el desarrollo del comercio minorista y turístico que caracteriza Andorra hoy.
Además, al ser un país sin puerto ni aeropuerto, la conexión por carretera con la UE se volvió vital: sin este acuerdo, cada camión que cruzase la frontera habría sido considerado una importación plena, con todos los trámites y costes que ello conlleva.
➤ Puedes profundizar en esta apertura económica en Inversión extranjera en Andorra: origen y regulación actual, donde analizamos cómo el país consolidó su modelo de atracción de capital internacional.
⚖️ Evolución posterior y adaptación normativa
El acuerdo de 1990 se mantiene vigente en su esencia, aunque ha sido ampliado y actualizado mediante varios instrumentos internacionales.
El más relevante es el Protocolo de 2011, que introduce un Título IIA sobre medidas de seguridad aduanera, con el objetivo de alinear Andorra con la normativa europea en materia de control de riesgos, declaraciones anticipadas y operadores económicos autorizados.
Este protocolo refuerza la cooperación técnica entre las autoridades aduaneras y mejora la trazabilidad y seguridad de las mercancías que circulan por el territorio andorrano o con destino a la Unión Europea.
🌍 Un paso previo a la integración europea
El Acuerdo de Aduanas fue, en realidad, el primer paso formal de Andorra dentro del espacio económico europeo y constituye la base sobre la que se ha construido la relación posterior con la Unión Europea.
Su filosofía, garantizar la libre circulación de bienes sin comprometer la soberanía fiscal ni institucional, anticipa el modelo de equilibrio que inspira también el Acuerdo de Asociación Andorra-UE, actualmente en proceso de firma.
➤ También puedes leer Evolución internacional de Andorra: de la tradición al mundo global, donde explicamos cómo el Principado ha consolidado su presencia internacional sin renunciar a su soberanía.
Conclusión
El Acuerdo de Aduanas de 1990 no es solo un texto histórico: es el instrumento que permitió a Andorra abrirse al mundo sin perder su identidad jurídica. Sin mar, sin aeropuerto y con dos únicas fronteras terrestres, el Principado supo convertir su limitación geográfica en un puente económico con Europa.
Hoy, más de treinta años después, este acuerdo sigue siendo la base de una relación comercial que ha garantizado estabilidad, prosperidad y reconocimiento internacional.
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Última revisión: octubre de 2025



