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Impuesto sobre el patrimonio en Europa: países donde existe y por qué Andorra es una excepción

Situación del impuesto sobre el patrimonio en Europa, países donde existe y por qué Andorra destaca por no aplicarlo, junto a sucesiones y donaciones.

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Impuesto Patrimonio

Tiempo de lectura: 10 minutos

🏁 Introducción

El debate sobre el impuesto sobre el patrimonio ha vuelto al centro de la agenda fiscal europea. En un contexto de presión presupuestaria y creciente atención sobre las grandes fortunas, varios países han reforzado o reconfigurado sus tributos sobre la riqueza, mientras otros los han eliminado por considerarlos poco eficientes o distorsionadores.

Para un empresario o inversor que se plantea trasladar su residencia a Andorra, entender qué países mantienen un impuesto sobre el patrimonio, qué formas adoptan estos tributos y cómo se combinan con los impuestos sobre sucesiones y donaciones es esencial para diseñar una estrategia patrimonial de largo plazo. En este panorama, Andorra destaca por la ausencia de impuestos sobre el patrimonio, sucesiones y donaciones, lo que la convierte en una jurisdicción especialmente interesante frente a sus vecinos europeos.

💡 Qué entendemos por “impuesto sobre el patrimonio”

En sentido estricto, un impuesto sobre el patrimonio es un tributo recurrente (normalmente anual) que grava el valor neto del conjunto de bienes y derechos de una persona física, una vez deducidas sus deudas. No se centra en la renta que generan los activos, sino en su valor acumulado.

Conviene distinguirlo de otras figuras relacionadas:

  • Los impuestos sobre sucesiones gravan la transmisión gratuita del patrimonio en el momento del fallecimiento, no la mera titularidad de los bienes.
  • Los impuestos sobre donaciones, que gravan la transmisión gratuita de bienes en vida.

En Europa, esta distinción es clave: hoy son pocos los países que mantienen un impuesto periódico sobre el patrimonio neto global, aunque varios aplican gravámenes sobre activos concretos que, en la práctica, funcionan como si se tratan de impuestos de patrimonio sectoriales.

🌍 Países europeos con impuesto sobre el patrimonio o similar

Según los análisis comparados más recientes, en Europa diversos países gravan la tenencia de bienes de las personas físicas:

  • España
  • Francia
  • Belgica
  • Países Bajos
  • Italia
  • Noruega
  • Suiza

🇪🇸 España: Impuesto sobre el Patrimonio y tributo estatal a las grandes fortunas

España mantiene un Impuesto sobre el Patrimonio (IP) que grava el patrimonio neto de las personas físicas por encima de ciertos mínimos exentos. Las comunidades autónomas pueden modificar tarifas y bonificaciones.

Para evitar la práctica desaparición del IP en algunas regiones, el Estado ha creado el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF), aplicable a patrimonios superiores a 3 millones de euros. Su vigencia está prorrogada mientras se debate la financiación autonómica.

En la práctica, un contribuyente con elevado patrimonio puede seguir soportando una carga anual sobre su riqueza global incluso aunque su comunidad autónoma haya bonificado el IP.

Es uno de los países que más penaliza el patrimonio.

🇫🇷 Francia: Impôt sur la Fortune Immobilière (IFI)

Desde 2018, Francia grava exclusivamente el patrimonio inmobiliario neto que supere 1,3 millones de euros mediante el IFI (antes grababa la totalidad del patrimonio). Continúa siendo un impuesto políticamente sensible y sujeto a posibles reformas, pero actualmente en vigor y gravoso.

🇧🇪 Bélgica: impuesto sobre cuentas de valores

Existe un impuesto anual del 0,15 % sobre cuentas de valores cuyo saldo supere 1 millón de euros por titular.

🇳🇱 Países Bajos: sistema “Box 3”

Grava un rendimiento presunto sobre activos de ahorro e inversión. Aunque no es formalmente un impuesto sobre el patrimonio, opera como tal.

🇮🇹 Italia: IVIE e IVAFE

Italia grava ciertos activos situados en el extranjero:

  • IVIE: valor de inmuebles fuera de Italia.
  • IVAFE: activos financieros situados en el extranjero.

Ambas figuras funcionan como impuestos parciales sobre el patrimonio internacional de residentes italianos.

🇳🇴 Noruega: un impuesto central en el debate político

Noruega aplica un impuesto estatal y municipal sobre el patrimonio (formuesskatt). Para 2025, la riqueza neta que excede de aproximadamente 1,76 millones de coronas noruegas se grava alrededor del 1 %, con un tipo superior para grandes patrimonios.

A pesar de su recaudación relativamente modesta, es un impuesto simbólico dentro del modelo redistributivo noruego y uno de los más polémicos.

🇨🇭 Suiza: impuesto cantonal sobre el patrimonio

Suiza no tiene impuesto federal sobre el patrimonio, pero todos los cantones gravan el patrimonio neto de las personas físicas. Los tipos varían según cantón, situándose en torno al 1 % sobre el patrimonio neto tras deducir deudas.

Para residentes de alto patrimonio, elegir cantón es una decisión fiscal decisiva.

📉 Tendencia general: pocos impuestos, muchas figuras sobre la riqueza

La tendencia europea de las últimas décadas parece apuntar a la desaparición de los impuestos generales sobre el patrimonio (Alemania, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Irlanda entre otros son ejemplo de ello). Se consideraban poco eficientes y de difícil administración.

Sin embargo, el contexto actual, especialmente económico y político, ha reavivado el debate sobre:

  • nuevos impuestos de patrimonio,
  • contribuciones mínimas sobre grandes fortunas,
  • refuerzos en sucesiones y donaciones.

En resumen, los impuestos amplios sobre el patrimonio neto son excepción, pero sin embargo los impuestos sobre activos concretos se consolidan como alternativas parciales. Por otro lado, los impuestos sobre sucesiones y donaciones si mantienen un peso relevante en la mayoría de sistemas europeos.

🏔️ Andorra: sin impuesto sobre patrimonio, sucesiones ni donaciones

A diferencia de los países europeos, Andorra no aplica:

  • Impuesto sobre el patrimonio
  • Impuesto sobre sucesiones
  • Impuesto sobre donaciones

Las herencias y donaciones no están gravadas, incluso entre no familiares, siempre que se cumplan las normas de residencia y localización de bienes.

Aunque pueden existir pequeños costes notariales, registrales o impuestos indirectos en ciertas transmisiones, no hay un impuesto comparable a los vigentes en la mayoría de países europeos.

Para planificación patrimonial y sucesoria, esta ausencia convierte a Andorra en una alternativa especialmente competitiva frente a muchos países europeos, especialmente España o Francia, donde las grandes fortunas pueden soportar: impuestos recurrentes sobre el patrimonio y gravámenes sobre sucesiones y donaciones con tipos significativos.

Para tener una visión completa, recomendamos el articulo “Fiscalidad en Andorra: una visión general del sistema tributario

Si tienes curiosidad sobre Andorra, te recomendamos leer los articulos “Tipos de residencia en Andorra: activa, pasiva y fiscal” y Vivir y trabajar en Andorra".

🧭 Implicaciones prácticas para un empresario o inversor europeo

Para un empresario o inversor residente en España, Francia u otros países europeos, la planificación patrimonial exige considerar:

  • La salida de un país con impuesto sobre patrimonio y los posibles efectos de fiscalidad de salida. El articulo Exit tax en la Unión Europea ahonda sobre esta circunstancia.
  • La situación de bienes y herederos que permanezcan en países con impuestos sobre sucesiones y donaciones.
  • La coordinación mediante convenios de doble imposición.

➤ Para ver el caso de Andorra, recomendamos el artículo Los convenios de doble imposición en Andorra

En este contexto, Andorra permite:

  • Consolidar patrimonio sin sufrir un impuesto anual sobre la riqueza.
  • Diseñar estructuras sucesorias eficientes (testamentos, holdings, pactos familiares). Ver el articulo sobre las sociedades holding en Andorra.

Pero la ausencia de tributación en Andorra no elimina obligaciones en los países de origen: la planificación debe ser integral, transfronteriza y basada en criterios técnicos.

Conclusión

El mapa europeo del impuesto sobre el patrimonio está en plena reconfiguración: a pesar de que pocos países mantienen un tributo amplio sobre la riqueza neta global, muchos aplican gravámenes parciales sobre activos o sobre transmisiones hereditarias.

Frente a este panorama, Andorra ofrece un marco singular: sin impuesto sobre patrimonio, sin impuestos sobre sucesiones ni donaciones y con un sistema fiscal competitivo y estable. Para familias empresarias, altos patrimonios y profesionales con visión internacional, el Principado puede ser una plataforma muy eficaz para proteger y transmitir el patrimonio a largo plazo, siempre que la decisión se acompañe de un análisis serio de la normativa de origen y de la realidad personal y empresarial de cada caso.

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Fecha última revisión: Noviembre 2025

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